Discurso do Príncipe de Asturias na entrega do Premio Velázquez (Espanhol)
Palabras de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias en la entrega del Premio Velázquez
Madrid, 20 de julio de 2009
El pasado 6 de Junio hace 410 años nació Don Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, nuestro pintor más universal. Por ello nos reunimos hoy para conmemorar su figura y su obra, como uno de los más grandes legados que ha aportado España al arte y a la cultura universal. Ya es casi tradición, aunque el Premio que lleva su nombre –y que acabamos de entregar- sea aún joven, pues tan sólo fue en el año 2002 cuando se entregó por primera vez.
Y para la Princesa y para mí ser los encargados de presidir esta ceremonia es un enorme honor y nos agrada especialmente, ya que se presenta como el más alto reconocimiento a la obra de un creador español o iberoamericano en el ámbito de las artes plásticas y, además, nos permite volver a este querido Museo del Prado, admirar nuevamente sus tesoros, así como reconocer y alabar a todas las personas que diariamente y desde distintas instancias dedican su esfuerzo, competencia y conocimiento al cuidado, la promoción y el vigor de este verdadero templo civil de la pintura.
El prestigio del premio no ha dejado de aumentar, impulsado en primer lugar por el genio del pintor que le da nombre; también por el prestigio del Museo y de su inigualable colección, así como por las aportaciones de los Premiados, que han contribuido a hacer de él un referente para el mundo del arte y un estímulo para la creación artística. Todo ello refleja la vocación de liderazgo creativo que siempre ha definido a España e ilustra el alcance de esta distinción.
Con este Premio se reconoce la extraordinaria calidad y vitalidad del arte contemporáneo a ambas orillas del Atlántico, al tiempo, que el espíritu universal de nuestros artistas y culturas; y con él subrayamos la importancia del esfuerzo, del talento, de la constancia y del compromiso en la creación, como valores y cualidades necesarias en cualquier época y en toda sociedad. Cualidades que animan la capacidad del artista para ver y explorar con detenimiento los cambios del horizonte que descubre a lo largo de toda su trayectoria.
En esta VIII edición, la Princesa comparte conmigo la alegría de poder felicitar de corazón a Don Antoni Muntadas por recibir el Premio Velázquez de las Artes Plásticas al conjunto de su obra, así como por su indudable influencia en el arte español durante los últimos decenios.
Diría -parafraseando a Paul Klee- que Muntadas es un paisajista de lo invisible de nuestro tiempo. En efecto, dirige su mirada al conjunto de interconexiones que enlazan medios de opinión pública e imágenes con la realidad social. Una mirada penetrante, con la que constata la influencia -e incluso el ascendiente- que instantáneas, filmaciones, o carteles publicitarios ejercen sobre el mundo urbano.
Más aún, el autor confirma que cada uno de esos medios contribuye de algún modo a aportar formas y contenidos a nuestra cultura, sugiriendo actitudes y comportamientos, que comunican, o que también pueden incomunicar.
A partir de estas constataciones, su obra provoca a una reflexión acerca de la interrelación entre el ser humano y su entorno, al tiempo que invita al público a una lectura personalizada del objeto de arte, lectura que rechaza meras percepciones automáticas. De esta forma alienta en el espectador un compromiso, que le lleva de mera audiencia pasiva a ser un público más activo.
Porque Don Antoni Muntadas, más que mostrar, insinúa. El público, en contacto con las alusiones del creador, se siente llamado a abandonar diversos filtros –culturales y sociales, espontáneos e inducidos- para articular un juicio personal, que fundamenta nuevas sugerencias o actuaciones. Así el propio espectador construye por sí mismo el sentido de lo que ve y escucha.
Esta actitud, esencialmente abierta, viene facilitada por las técnicas que utiliza. Entre ellas, vídeos, Internet y fotografías, anuncios o adhesivos, e instalaciones multimedia. Reconocemos, en definitiva, en Muntadas a un artista catalizador, que vive atento con la mirada alerta y conectada por encima de las fronteras.
El Jurado -en una ardua labor de selección- no dice textualmente, con temas que el autor sigue “explorando las experiencias ligadas a las nuevas tecnologías y a las inquietudes sociales de nuestro tiempo”. Muchas gracias a cada uno de sus miembros por esa gran tarea y, con ellos, a cuantos habéis dado lo mejor de vosotros mismos en la excelente organización de este Acto.
De nuevo, enhorabuena a Don Antoni Muntadas por su obra, con nuestro agradecimiento adicional por su valiosa contribución a la formación de varias generaciones de artistas. Una tarea que ha querido y sabido concebir como mutua transmisión e intercambio de conocimientos y percepciones.
Por su reconocida aportación a la creación contemporánea, su capacidad de hacer valer la cultura española en el mundo, y por su generosa participación en la preparación de tantos artistas, reciba, maestro, nuestra admiración, respeto y afecto.
Muchas gracias.